Mi lado más personal

Vocación vital por la psicología

Nací en Málaga. Desde mi niñez he sentido gran curiosidad e inquietud por comprender a las personas. De manera natural, siempre tuve la habilidad de escuchar sin juzgar a las personas de mi entorno, y era frecuente que viniesen a mí cuando se sentían mal. Admito que, por aquel entonces, me era más fácil comprender las emociones de los demás que las mías propias.

Mi adolescencia, como suele ser habitual en esta etapa vital, no fue fácil. Me hacía muchas preguntas y me costaba entender las incongruencias del mundo adulto. Llegué a sufrir un estado depresivo, sintiendo un enorme “dolor en el alma” y pensando firmemente que nunca podría dejar de sentir ese inmenso dolor ni esas emociones tan desagradables. Por aquellos entonces, ir al psicólogo o psiquiatra era un tabú. Las personas de alrededor te miraban raro, pero gracias a la ayuda de los profesionales de la salud mental pude empezar a entender al mundo… o a mí misma, aprendiendo a transformar mis pensamientos y creencias y a gestionar mis propias emociones.

En mi etapa de juventud temprana comencé a desarrollarme profesionalmente en diferentes sectores, pero en ninguno de ellos me sentía satisfecha, ni me veía desempeñándolos el resto de mi vida. No acababa de encontrar mi hueco profesional. Fruto de esta situación, por el año 2006, sufrí una gran trasformación personal que, coincidiendo con la realización de un voluntariado de apoyo psicológico en situaciones de emergencias, desembocó en que dentro de mí se fuera gestando la firme y desafiante determinación de a lo que me quería dedicar el resto de mi vida: a la PSICOLOGÍA.

Con mi desafiante decisión, adquirí el compromiso de obtener una sólida base formativa. Por lo que, a lo largo de muchos años cursé los tres niveles educativos universitarios (Licenciatura, Máster y Doctorado). Me formé en la corriente cognitivo-conductual. Aunque, personalmente, tengo muy en cuenta todo el mundo de las emociones, conjugando la Inteligencia Emocional con el modelo cognitivo-conductual. Mi forma de entender el ejercicio de la Psicología se basa en la premisa de que “cada ser humano es un Universo distinto”. Por ello, evalúo, diseño y aplico el tratamiento o intervención psicológica centrándome en la persona, y utilizando para ello todos los conocimientos científicos adquiridos durante mi formación, así como, mis innatas habilidades personales: empatía, calma, capacidad de escucha activa (verbal y no verbal), entre otras.

Actualmente, puedo decir que soy psicóloga por vocación, que mi misión profesional es contribuir a aliviar el sufrimiento humano, y que amo lo que hago.

No te voy a mentir. Sumergirse en la aventura de la transformación no es fácil, ni suele ser rápido. Tendrás que invertir tiempo y esfuerzo, y sólo tú podrás hacerlo. ¡Nadie podrá hacerlo por ti! Pero es posible y, al tiempo, muy gratificante.

¿Crees que puedo contribuir a aliviar tu “dolor” y a acompañarte en tu proceso de transformación o cambio?